El eslabón oculto del negocio avícola

El oficio de los pequeños peladores de pollo es un secreto a voces en los Yungas. Las granjas avícolas ilegales contratan a los niños para desplumar a las aves y les pagan entre 1,50 y 2,20 bolivianos (entre 20 y 35 centavos de dólar) por pollo pelado. El negocio no solo vulnera al menos tres normas, sino que fomenta la deserción escolar.

PARTE 1

Niños polleros, el otro eslabón de las avícolas ilegales en los Yungas

La existencia de los pequeños peladores de pollos es un eslabón más en la cadena avícola, particularmente en los establecimientos clandestinos, según admiten granjeros, maestros y autoridades municipales.


PARTE 2

Avícolas que contratan a niños infringen tres normas; Defensoría no tiene denuncias

Las granjas avícolas clandestinas que contratan a niños para pelar pollos, infringen la Constitución Política del Estado (CPE), el Código Niño Niña Adolescente (CNNA) y la Ley General del Trabajo.


PARTE 3

Las avícolas ilegales contaminan los ríos en Coroico y Chulumani

En Coroico, los miembros de la Asociación Municipal Única Productores Avícolas de Coroico (AMUPAC) saben de la existencia de las granjas clandestinas y si bien conocen dónde y cómo operan hay temor por dar información.

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